No es, ni mucho menos, para alegrarse. Pero cuanto más avanzan los recortes de Ford en Europa, con abultados despidos ya concretados en Francia, Alemania y Rusia, más esperanzas hay de que el ajuste en España no sea tan acusado. La compañía del óvalo precisaba este jueves la dureza de sus ajustes en la nación helvética, donde ha anunciado que cerrará tres plantas y, en consecuencia, dejará de fabricar todos sus modelos de turismo. Tampoco los venderá en el país, porque Rusia exige producción local para acceder a sus concesionarios de coches.
En concreto, según las cifras que manejaban este jueves fuentes sindicales consultadas por este periódico, los recortes en Rusia ascenderán a alrededor de 2.400 puestos de trabajo, una cantidad muy significativa, puesto que el negocio de Ford en el lugar no era muy importante. En consecuencia, Ford, en su política de permanecer solo en los modelos y segmentos que le son rentables, suma con esta decisión otro importante ahorro de costes.
Se suma a las 5.000 salidas previstas en Alemania por la eliminación de un turno de trabajo en la planta de Saarlouis tras el fin de la producción del C-Max; y también a las 850 salidas de Francia al bajar la persiana la planta de cajas de cambios de Bourdeos. Todos ellos superan ya los 8.000 despidos, que se situarían en alrededor del 20% del total de la plantilla de la región europea de Ford, según las mismas fuentes. Y habrá que sumar también los que se produzcan en las plantas de motores del Reino Unido, donde ya se han anunciado recortes.
En paralelo, Almussafes sobrevive a la incertidumbre sin sufrir despidos a corto plazo. Sí ha recibido una mala noticia: el fin de la producción de la furgoneta Transit para Norteamérica a partir de 2021, una producción de 40.000 unidades que emplea actualmente a alrededor de 400 personas. Pero todavía falta para este cese.
La factoría valenciana mantiene importantes incógnitas, como saber qué pasará con el resto de la fabricación de la Transit o la mala salud en los mercados de los modelos Mondeo, S-Max o Galaxy. Pero el fin de estos modelos no se prevé hasta 2022, de modo que tiene cierto margen.
Dos plantas de coches y una de motores
Según el anuncio de Ford trascendido este miércoles, el fabricante estadounidense, como parte de la reestructuración de su negocio en Rusia y de la ‘joint venture’ Ford Sollers, dejará de fabricar turismos en la nación, lo que conllevará el cierre de dos plantas de vehículos y de una de motores.
Esta medida está en línea con la decisión de la compañía de dejar de vender turismos en el país, para concentrarse en el negocio de vehículos comerciales. Esto motivará el cierre de las plantas de producción de automóviles de Naberezhnye Chelny y San Petersburgo, mientras que también se clausurará el centro de motores de Elabuga, según detalló la compañía.
La corporación automovilística explicó que la finalización de la actividad en estas instalaciones productivas conllevará una pérdida de empleo que, en la medida de lo posible, se realizará a través de bajas voluntarias.
El principio de acuerdo alcanzado entre Ford y Sollers está orientado a mejorar la rentabilidad a largo plazo de la ‘joint venture’ que mantienen ambas firmas y también a aumentar la eficiencia de las inversiones “en un entorno de negocio complicado”.
“La nueva estructura de Sollers apoya la estrategia de rediseño global de Ford para expandir nuestro liderazgo en vehículos comerciales y para hacer crecer el negocio en Europa en estos segmentos de mercado que ofrecer mejores retornos sobre el capital invertido”, aseguró al respecto el presidente de Ford Europa, Steven Armstrong.
Fuente original: El Economista